domingo, 23 de junio de 2013

Son casi las 7 de la mañana cuando empiezo a escribir esto, no he dormido en toda la noche, de hehco he estado viendo películas sobre viajes en el tiempo. Una cosa ha lleagdo a la otra, y como de costumbre cuando me he tumbado en la cama me han vuelto algunas ideas recurrentes.
Este último año he estado pensando sobre muchas cosas, dándole vueltas a muchas ideas, algunas más a menudo que otras. El mundo del concepto, el concepto en sí, su implicación con el lenguaje, esto me ha tenido despierto bastante tiempo, dándole vueltas al cómo del concepto, viendo a la palabra o el lenguaje como una aberración del pensamiento, de la idea o del sentimiento. O sea, cuando pensamos no somos capaces de hacerlo sin palabras, es inevitable, tenemos una vocecilla interior que nos creamos. Al menos en mi caso, no puedo habalr por el resto, la voz que tengo cuando pienso es distitna a la que tengo cuando me escucho hablar en directo, y diferente también de la que me escucho en una grabación. No podemos pensar sin palabras, nos ayudan a expresar lo que pensamos, pero ¿realmente describen con todas las de la ley lo que tratamos de decir o reflejar? ¿Realmente hacen justicia? En este punto trato de acercarme al significado de algunas de ellas, de algunos conceptos que todos conocemos pero que en realidad su significado se nos escapa entre los dedos en forma de palabras. La amistad es un concepto que me fascina, no quiero atreverme a buscarle una razón a esto ahora mismo, seguramente con lo que vaya escribendo será inevitable hacerse una idea aún así. La amistad ¿qué es la amistad?¿Qué implica, qué significa? Requisitos, características. Volvemos a la trampa de las palabras, a categorizar. Decimos mejor amigo cuando queremos decir amigo, y decimos amigo cuando queremos decir gente con la que quedo/me cae bien/lo-que-sea. ¿En qué momento deja de ser amigo un amigo? Nos ponemos a categorizar y medir y nos olvidamos del sentimiento de amistad. Este tio no es amigo tuyo porque no sería capaz de ayudarte, este chaval debe de ser muy amigo tuyo porque siempre estáis juntos, te dejaría dinero, te dice la verdad... Yo veo la amistad como una actitud frente a una persona, y a mi modo de ver esa actitud se basa en una falta de expectativa. Un amigo no va a dejar de serlo por pegarte una puñalada trapera, ni por tratar mejor a otra persona que a tí mismo. Si una persona deja de ser tu amigo, a mi modo de ver, es que no lo ha sido realmente en ningún momento. En lo de la falta de expectativa me gustaría profundizar un poco más, a lo que me refiero es que no esperas nada, no esperas x reacción, x respuesta, no esperas aceptación, negación, apoyo, rechazo, más bien, esa falta de expectativa se basa en una falta de miedo a la expectativa. Podría definir mi visión como una falta de expectativa unida a una confianza total en ella, no se... un "me da igual lo que venga, aquí lo tienes". Pero otra vez, se nos estaría escapando el significado entre palabras. Lo que quiero decir es que tu puedes ser amigo de una persona sin necesidad de conocerla previamente, o pensando que es un gilipollas de campeonato. No es una transacción que bsuca el mejor resultado para las dos partes, un interés mutuo, como ya he dicho no hay expectativa. Esto me lleva a pensar en el amor también, no algo que yo pueda decir que conozca demasiado bien... El amor como una relación que busca reciprocidad, esta ya es más material. Una confianza absoluta y recícproca, una falta de miedo recíproco, el amor busca que se devuelva la pelota. La amistad es siempre desinteresada, el amor quiere algo más, y quizás por eso sea más gratificante. Yo no podría decir que he estado enamorado de la manera convencional, pero como creo en los sentimientos como verdad única y plausible, lo que yo siento es la única verdad que tengo, creo en la legitimidad de los sueños para manifestar estas verdades, y no se me caen los aniillos por reconocer que, al menos en sueños, me he sentido enamorado. Como ya he dicho es un sentimiento, al igual que la amistad, que la felicidad, que lo que se te ocurra. Se puede sentir un segundo o una vida, o de forma intermitente, pero durante los sueños esos sentimientos son tan reales como cuando estas despierto. No tienes menos miedo cuando tienes una pesadilla que cuando estas despierto, pero al despertarte te alivias de que fuese un sueño, pero no ha dejado de ser miedo real, no necesits compararlo o medirlo, ¿a qué viene ese afán de buscar una regla (palabra)? Pues me quedo pensando en estas cosas y luego llego a conclusiones como que los diccionarios están llenos de mierda, y que las definiciones auténticas de lo que cada uno tiene en su cabeza son personales y asumibles. Intenta definir para tí mismo que es la felicidad y luego busca la palabra en el diccionario, y seguro que piensas que el que escribió esa definición no debía de ser una persona muy feliz. Yo mismo acabo de hacer el ejercicio con el diccionario de la RAE:

felicidad.
(Del lat. felicĭtas, -ātis).
1. f. Estado del ánimo que se complace en la posesión de un bien.
2. f. Satisfacción, gusto, contento. Las felicidades del mundo
3. f. Suerte feliz. Viajar con felicidad
  
 La única que diría que se le acerca es la segunda definición, y no define nada, te salta con sinónimos que te llevan a otras palabras.
Las palabras, qué sucia mentira, qué obstáculo inevitable, una puta herramienta que todo el mundo exige. A nadie le gusta el silencio, da miedo, resulta incómodo, cuando el silencio realmente es lo más sincero que puedes encontrar. Y de nuevo, nos perdemos entre palabras.

martes, 19 de marzo de 2013

Metarealidad

Un hombre tiene que tener trabajo, mantener, pagar impuestos, cumplir la ley. Hay que votar, hay que tratar bien a los demás, hay que ser respetuoso. Tiene que existir un beneficio, tiene que tener un sentido, se tiene que entender, tiene que responder a un modelo. La realidad me ha obligado, las cosas son así, no ha de salirse de la norma. 
Paraque sea válido ha de corresponderse con unos estatutos definidos con anterioridad, no existe el desarroyo ni la evolución, existe la lógica y la correlación. Buscar esos estatutos sin conocerlos, tomádolos prestados de lo que se "supone que son".
Un hombre que no produce no es un hombre como tal. Una asignatura que no produce beneficios no tiene que tener itnerés. Un sistema que crea déficit no es bueno. La sanidad es un gasto, tiene que ser rentable.
Crear reglas y cumplirlas, cumplir la idea de bien, definir el bien y imponerlo. Estandarizar, comprometerse, responder a lo que "debes" hacer, que tenga dirección, que estudies, que encuentres trabajo, que seas simpático, que seas amigable, que se te entienda.
Eso, eso es metafísica. Eso es puro platonismo en el siglo XXI.
"¿Asi que ustedes dos desentierran dinosaurios? Jaaur, jajaaaaurg, jajajaauuurgh jajaauurgh :)"

martes, 29 de enero de 2013

El lector mecánico

Sabía que le quedaba algo de tabaco. Alargó la mano hacia el bolsillo interior de la chaqueta y se colocó un cigarrillo en los labios. Sentía humedad en los pies y comprobó con la vista que estaba de pié en un charco.
-¿Te encuentras bien?
Un hombre de unos 50 años le alargaba un encendedor desde el puesto de fruta que le hacía de parapeto. Corrió a cobijarse con él.
-Sí, es solo que... Verás, yo vengo de...
Empezaron a amanecer gritos y órdenes desde el otro lado de la calle, ninguno entendía que decían.
-Supongo que esto era inevitable, es lo que hay...-  el hombre alargó el encendedor y le encendió el cigarrillo -No podemos hacer nada.
-¿Tu crees?
-Está pasando, ¿no es así?
Los gritos se hacían más altos, eran órdenes mecánicas y repetitivas, podía escuchar un patrón que se repetía, algunas palabras que volvían.
-Creo que ya están aquí
Un trueno antecedió la aparición de un ruido chirriante de acero contra acero que se acercaba tras los alemanes que comenzaban a ocupar los lados de la calle. Uno de ellos se colocó a su lado sin dejar de mirar al frente, después de observar como un puñado de soldados se le adelantaba lanzó una mirada a los dos hombres y continuó hacia adelante sin prestarles la más mínima atención.
Comenzó a llover de forma muy agresiva, él no se dio cuenta hasta que su cigarrillo se apagó. El ruido de las botas era ensordecedor, unido a la bestia metálica que en estos momentos les pasaba por delante de los ojos. Se encontraba fuera de lugar. No entendía nada. No le importaba a nadie.
Un par de soldados que llevaban una cámara se colocaron en el lado contrario de la calle, en la terraza de un café que estaba parcialmente cubierta de la lluvia, montaron el trípode y empezaron a grabar el movimiento de tropas, cuando el objetivo se posó sobre los dos hombres se paralizó. Uno de los soldados escudriñaba los alrededores, el otro miraba a través del objetivo.
-¿Te queda tabaco?
Sin dejar en ningún momento de mirar al aparato, necesitó esta vez palparse la chaqueta.
-Sí.
Le acercó el paquete de tabaco, no era tabaco local, era extranjero, venía liado. El otro hombre no añadió nada, no prestó la menor atención, tomó el cigarrillo y fumó. Mientras, los seguían observando.
Los dos estaban ya completamente empapados.

jueves, 24 de enero de 2013

¿A qué te dedicas?

¿Cómo?
Que de qué trabajas, qué haces
¿Para qué me preguntas eso exactamente? 
 No sé, para conocerte mejor
¿Y esa pregunta es la que te va a dar información real sobre mí? ¿Me vas a conocer mejor?
Es un comienzo 
Estas resumiéndome a la función que desempeño, que qué hago dices. Como yo lo entiendo esa información te aportaría sobre mí lo mismo si te digo que soy enterrador como si te digo que granjero. No me vas a conocer mejor, vas a determinar cómo me gano la vida.
Joder, qué quieres que te pregunte...
 Si me preguntáses cómo trabajo ya se parecería más a lo que tengo en mente.